lunes, 24 de noviembre de 2014

20 LUDERITZ

20 LUDERITZ

24 de Noviembre de 2014, Luderitz, Namibia.

De Sossusvlei a Helmeringhasen, etapa intermedia hacia Luderitz, teníamos dos opciones: Una pista buena, más larga y otra peor, más corta pero más bonita. Optamos por la segunda y acertamos, atravesamos el Namibib Rand Natural Reserve y nos quedamos perplejos. Paisajes espectaculares con llanuras infinitas de arena con montañas de diferente color a ambos lados. Algún orix por aquí algún avestruz por allá.



Señal fatídica: se acaba el asfalto, empieza la pista.




Estos son los equipos que mantienen las pistas de Namibia en buen estado: dos trabajadores, una caterpillar y un remolque/vivienda. Viven de nómadas durante semanas recorriendo y reparando las carreteras. Benditos sean. 
Hicimos noche en Helmeringhausen, en un hotel de una alemana mezquina. Habitaciones a buen precio, pero todo lo demás muy caro. En los aseos había un cartel que decía que si no estabas hospedado allí debías pagar el precio de un café por usar el WC. La cena fue la más cara hasta ahora y no era nada del otro mundo. En recepción estaba Pol, un muchacho catalán estudiante de turismo que hacía prácticas. Le pedimos los datos para que Luisito se pusiera en contacto con él.
Pol, de prácticas en un hotel de Namibia
Allí conocimos a Ainhoa y Nacho, dos jóvenes españoles que viajan por Namibia en un todoterreno alquilado en Suráfrica. Muy simpáticos. Él tiene un negocio de alquiler de furgonetas Volkswagen “camper”. Ella es trabajadora social. Charlamos de viajes, trabajos y coches; todo muy interesante.

Ainhoa y Nacho, viajeros encantadores

Josefina y Alegría

Luderitz es una ciudad surrealista. Incrustada en el desierto, junto al mar, cuenta con bastantes edificios de la época colonial. Sabor alemán en el desierto de Namibia. Josefina y Jaime se alojaron en una pensión que era la casa de un matrimonio alemán, en realidad namibios. Él se empeñó en darnos habitación a Ale y a mí pese a que le dijimos que dormíamos en la furgoneta. La habitación no era gratis, por supuesto, y tuvimos que insistir en que íbamos de camping. No paraba de hablar, nos dio una charla explicativa de todo lo que se podía hacer en Luderitz en un Domingo por la tarde, y lo que se podría hacer el Lunes. Charlatán profesional.

El lunes por la mañana hicimos una excursión en catamarán a la isla Halifax donde había pingüinos. También vimos un delfín de forma fugaz, focas y flamencos. 350 Namibian dolars por persona, 28€.



Antiguas casas de trabajadores del guano. Abandonadas en los 60


1 comentario:

  1. BEAUTIFUL! Alegris las fotos son preciosas pero el público también quiere algún dibujo!

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